miércoles, 7 de marzo de 2007

La cámara de gas

Quizás sea porque estoy condenado a que mi sistema respiratorio funcione de la peor manera posible, o también porque la anchura de mi tabique dificulte el vital proceso de inhalar y exhalar, pero cada vez se vuelve más se vuelve una ardua tarea mi hábitat en esta inmensa cámara de gas que llamamos Tierra.
Sí, comparo al planeta con ese cuarto herméticamente sellado, en el que se ejecutan seres humanos mediante la inhalación forzosa de gas cianhídrico (acido sulfúrico + cianuro). Y es que a pesar de no respirar estos componentes anteriormente nombrados, a diario nos exponemos a sustancias dañinas para nuestro organismo.
Particularmente, cualquier clase de humo o de olor fuerte me cae fatal. Se me dificulta respirar y me produce una especie de alergia, bastante fastidiosa para mi gusto.
Me dirijo a la universidad mediante el transporte público y el monóxido de carbono se apodera de mis pulmones. En la atmósfera universitaria abunda el aroma a cigarrillo y nicotina, y ni siquiera en mi casa estoy a salvo porque en ella adoran prender incienso para ambientar la estadía, sin mencionar que en lugares adyacentes a mi hogar pareciera ser un hobby el quemar basura y demás objetos.
Tal vez las consecuencias del calentamiento global se comiencen a evidenciar con gran magnitud en el año 2100, pero en la actualidad nos toca sobrevivir atrapados en esta bomba de tiempo que yo denomino cámara de gas.

2 Comments:

Blogger Marifé said...

Comparto tu opinión...
me toca vivir muchas situacione similares, y por supuesto coincidimos en respirar el desagradable humo del cigarrillo en los pasillos de la universidad (es inevitable)...

Nos vemos Dani!

7 de marzo de 2007, 15:17

 
Blogger H said...

Si!.. es horrible!... y no puedes caminar por una calle sin que te rocien con el humo... de nada sirve que me eche colonia en la mañana igualito llego hediondo a humo a la universidad.

11 de abril de 2007, 19:03

 

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